25 primaveras se cumplen hoy

25 primaveras, veranos, otoños, inviernos...
25 añitos más. Veinticinco por trescientos sesenta y cinco. 


25 páginas de un libro que no ha hecho más que empezar. Tan sólo soy un renglón más de éste gran diccionario, del libro gordo de Petete. Pero un renglón al fin y al cabo. 


25 números en fila. 25 arruguitas en mi rostro marcan el paso del tiempo, por suerte son arrugas felices, amargas las menos. 


25 días. La vida son 2 días? No estoy deacuerdo, no señor. Mi vida, mis días, son el cúmulo de emociones, sensaciones, vivencias, experiencias, alegrías y penas, vividas a lo largo de mis más de 9000 días. 


25 primaveras, con la cabeza bien alta, pues puedo decir algo que no puede decir todo el mundo: soy muy feliz.



Macarrons (o premonición)

Nos encontramos. Es una calle como cualquier otra, un día como cualquier otro, sí, puede ser que así sea para el resto del mundo. Para tí no es ni mucho menos un día cualquiera. Igual que no lo es para mí. Llevamos esperando éste día desde que nos conocimos, desde que supimos que queríamos estar juntos, es el día que más hemos esperado ambos, juntos.

Antes del encuentro, yo me he arreglado, mirándome al espejo una y otra vez, revisándome el maquillaje, el pelo, la ropa... Será que estoy nerviosa? El cosquilleo de mi estómago me confirma que sí. Dichosas mariposillas de anticipación... Me muerdo las pielecitas pero no las uñas, estoy nerviosa. Juego con mi pelo, estoy nerviosa. Me cambio lo que llevo puesto entre 5 y 10 veces, estoy nerviosa.

Al final decido que ya está bien, que más me vale salir de casa, aunque tenga que esperarte 10 minutos en la calle, total no hace frío. Mejor esperar fuera, así me distraigo. Camino. Fuera, la ciudad se me antoja más bella, el sol parece que ilumina mucho más que otros días, la brisa es perfecta. Como Amélie, me siento en armonía con el munco entero, y me parece que no podría ser más feliz.

Llego al lugar acordado. Espero bajo la sombra de los árboles. La gente me mira. Quizá es inusual esperar a un chico con flores, supongo que suele ser al revés. Y de pronto ahí estás. Con tu sonrisa blanca, amplia, fresca, con tus hoyuelos, con ésos rizos que te caen sobre la frente, con todo lo que eres tú, y todo por lo que te quiero yo.

Te acercas, con ésa sonrisa, con ése beso en los labios, con un regalito inesperado. En una bolsa de papel marrón, macarrons. Cómo sabes que me encantan.

Palma

Las calles mojadas de olor a jabón y limón. Gente trajeada, gente vestida con monos salpicados de pintura, gente de vacaciones, todos en la misma terraza haciendo el primer café de los muchos que vendrán a lo largo del día. Los hombres que miraban a las mujeres. Un museo cerrado por ser demasiado temprano. El vagabundo tejano que barre con energía su rincón en la plaza, justo detrás de la fea estatua de piedra cubierta de cacas de paloma, siempre me ha inspirado simpatía. Camareros montando terrazas, sillas, mesas, ceniceros que no falten, que en épocas de crisis la gente se relaja con un cigarrito.

Respiro profundamente el aire limpio y frío de la mañana, saludo con la mirada a la misma gente con la que me cruzo todos los días, oigo el resonar de mis pasos sobre los adoquines y bajo los arcos de la gran avenida, miro mi reflejo en los mismos escaparates. Y así comienza mi día. Joder, la vida no está nada mal.

My likes

Me gusta desayunar mucho. Normalmente tostadas con mantequilla y mermelada.
Me gusta lavarme la cara con agua, sentir las gotas cayendo por mi barbilla.
Me gusta ducharme con un chorro de agua bien potente.
Me encanta dormir como una estrella de mar, estirando mis miembros lo más posible.
Me gusta dormir acompañada, pero sólo de ciertas personas.
Me gusta la playa, el mar, el olor a sal.
Me gusta la cerveza, y su perfecta combinación con el verano.
Me gusta ver pelis en la cama, no en el sofá.
Me gustan las tormentas de verano, siempre que no te pillen en la playa.
Me gustan las tormentas de invierno, ésas que repiquetean en el tejado mientras yo me duermo acurrucadita.
Me gusta cocinar.
Me gusta aprender a cocinar.
Me gusta estudiar.
Me gusta leer novelas románticas, de ésas que te encogen el corazón hasta que lo alivian con un final feliz.
Me gusta escuchar música bien alta, mejor si es en el coche.
Me gusta bailar hasta desencajarme las caderas y destrozarme las plantas de los pies.
Me gusta llevar el pelo corto en verano y largo en invierno.
Me gusta llevar pulseras que hagan ruidito cuando camino.
Me gusta pisar fuerte por la calle llevando tacones.
Me gusta despeinarme el pelo, sin enredarlo.
Me gusta jugar al trivial y al uno.
Me gusta la playa y me gusta la montaña.
Me gusta despertarme y ver tu sonrisa a mi lado.

My dislikes

No me gusta quedarme dormida cuando tengo que ir a trabajar.
No me gusta que la comida se ponga mala en la nevera.
No me gusta abrir el grifo del agua y que salga la temperatura que no querías.
No me gusta que me hagan esperar.
No me gusta abrigarme y que haga calor, y viceversa.
No me gustan los zapatos que me hacen daño.
No me gusta que me  echen el humo de un cigarro a la cara.
No me gusta beber hasta perder la conciencia.
No me gusta estar sentada tanto tiempo que se me duerma el culo.
No me gusta que mi gata muerda cosas.
No me gusta que el invierno dure demasiado tiempo.
No me gusta que me lleven la contraria porque sí.
No me gusta estar enferma.
No me gusta discutir con la gente a la que quiero.
No me gusta echarte de menos.

Soy un puzzle al que le faltan 24 días por terminar

Lo recuerdas? Antes de irte te expliqué que soy como un puzzle, pero no sé encajar mis piezas solita. Te necesito a tí, el montador, el creador de sueños. Ven a construir y deconstruir nuestros sueños en común. Ven a construir el futuro, nuestro futuro. Ven a terminar el puzzle que empezaste una calurosa noche de agosto...