Inventario de un año más

El 2014 es por mí muy esperado y deseado. Tengo ganas de recibir novedades con los brazos abiertos, y también de despedirme de aquello que me hizo el 2013 tan cuesta arriba. Es mi pistoletazo de salida para un cambio muy positivo.

Diré adiós al cáncer. Al de mi madre, esa luchadora, ese Gran Ejemplo de Mujer. Ella me ha enseñado, una vez más en la vida, que a lo que nos interrumpe el camino, le miramos a los ojos y le plantamos cara, hasta que lo derrotamos. Que caerse es sólo una excusa para levantarse con ánimos renovados y luchar aún más fuerte. [INCISO: te quiero, mami]

Daré la bienvenida a un nuevo trabajo. Todavía no lo tengo, y no sé qué forma tomará, pero confío en que me está esperando a la vuelta de la esquina.

Diré adiós a las malas vibraciones que me han acompañado desde principios de año, desde el anterior invierno, largo, frío, gris y entumecedor. Daré a cambio la bienvenida al optimismo, y a mantenerlo hasta en los días más feos y desoladores.

Diré adiós a la rutina, a esa que hace que uno se estanque y no avance, a la que nos mantiene la cabeza para abajo mirando el suelo en lugar de mirar hacia arriba y disfrutar del paisaje durante nuestro camino.

Daré la bienvenida a pasar más tiempo con la gente que quiero (típico propósito de año nuevo, pero este es cierto). A viajar si fuera necesario, y posible, porque mi tiempo es de lo más valioso que puedo ofrecer a aquellos a quienes quiero.

Diré adiós a mi yo descuidada del 2013, y abriré bien los brazos para recibir a mi yo más dedicada, comprometida, deportista, ecologista, optimista incurable, romántica, divertida, social y sociable, aventurera y paciente.

Feliz 2014!