Porqué me asalta ésta sensación de fracaso cuando todavía ni lo he intentado? No sé si, en el fondo, siento que no me lo merezco, o quizá que no me lo ha ganado lo suficiente, y se me impone una meta más alta para que la siguiente vez me esfuerce más.
De éso se trata? De subir escalones, para darte cuenta cuando estás arriba, que sólo has subido para seguir subiendo? Es de ésto de lo que va todo?
Me sorprendo a mí misma pensando que toda aquella ambición que tengo, me lleva a alguna parte concreta... Y pienso que quizá cuando llegue a ése punto, probablemente tenga nuevas ambiciones que me hagan llegar a otro punto nuevo. No paramos nunca. Somos como nuestros corazones, incesantes. Pero ellos no llegan a ninguna parte si no los llevamos nosotros.

De qué sirven las escaleras sino para llevarnos a un punto más alto?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Antes de irte, me gustaría que dejases algo más que las huellas de tus zapatos sobre el polvo...