Y de su ciclo interminable (por lo menos hasta ahora, si el cambio climático nos lo permite).
De cómo todo empieza en lo que voy a llamar un huevito, y cómo al final acaba volviendo al principio en cierto modo... El milagro de la vida, y el proceso de creación. Me fascina. Me imagino creando algo en mi interior, cuidándolo durante meses, para acabar dando luz a una persona humana... Empieza por ser algo, pero acaba siendo ALGUIEN. Es increíble y fantástico. Es como magia, pero sin serlo.
Debe ser un sentimiento tan sumamente increíble e indescriptible el tener un ser vivo dentro de tí... Y sentirlo crecer, y moverse... Cuando pienso en ésto doy gracias al hecho de ser mujer y poder algún día ser tan afortunada de decir que lo he sentido.
Conozco a una madre, que cada vez que habla de su hija de 1 año y medio, es como si tuviera un foco dentro de la cabeza y éste se encendiera. Se le ilumina la cara y la sonrisa, y te explica las cosas de una manera, que te da una envidia sana...

Me explicó que hasta unos días después de dar a luz no se dió cuenta de que aquella personita en miniatura a la que cuidaba había salido de ella misma. Y que en ése mismo instante fue cuando empezó a disfrutar de ella, a besarla y acariciarla, y a notar lo suave que tenía la piel, y lo fuerte que le agarraba con los deditos de las manos y los pies, y que en ése momento notó lo que se llama amor a primera vista.
Yo tengo que experimentar eso.