El sol luce espléndido en Berlín. Las calles dan la bienvenida a los paseantes, es un gustazo caminar con esa temperatura perfecta, ni mucho calor ni mucho frío. Vuelvo a casa, me siento junto a la ventana, y mis gatos me saltan al regazo.
Lo único que podría hacer este momento más perfecto, sería tenerte ahora mismo. (Qué pena que tengas que estar trabajando...)
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aish... Una vez al mes...quien lo pillara...Para mi eso es suerte incluso...
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