Humanidad

Es curiosa la vida... Un día estás planteándote con qué modelito vas a ir a la próxima cena de la empresa, y al siguiente te sorprende el pensamiento de la vida. De lo maravillosa y bella que es.
Y de su ciclo interminable (por lo menos hasta ahora, si el cambio climático nos lo permite).

De cómo todo empieza en lo que voy a llamar un huevito, y cómo al final acaba volviendo al principio en cierto modo... El milagro de la vida, y el proceso de creación. Me fascina. Me imagino creando algo en mi interior, cuidándolo durante meses, para acabar dando luz a una persona humana... Empieza por ser algo, pero acaba siendo ALGUIEN. Es increíble y fantástico. Es como magia, pero sin serlo.

Debe ser un sentimiento tan sumamente increíble e indescriptible el tener un ser vivo dentro de tí... Y sentirlo crecer, y moverse... Cuando pienso en ésto doy gracias al hecho de ser mujer y poder algún día ser tan afortunada de decir que lo he sentido.

Conozco a una madre, que cada vez que habla de su hija de 1 año y medio, es como si tuviera un foco dentro de la cabeza y éste se encendiera. Se le ilumina la cara y la sonrisa, y te explica las cosas de una manera, que te da una envidia sana...
Me explicó que hasta unos días después de dar a luz no se dió cuenta de que aquella personita en miniatura a la que cuidaba había salido de ella misma. Y que en ése mismo instante fue cuando empezó a disfrutar de ella, a besarla y acariciarla, y a notar lo suave que tenía la piel, y lo fuerte que le agarraba con los deditos de las manos y los pies, y que en ése momento notó lo que se llama amor a primera vista.

Yo tengo que experimentar eso.

Chapter 1

Comenzando mis investigaciones por internet, he descubierto varias cosas:
1. Que mi padre, mi tío, mi hermano, yo, y la prima de mi padre en Uruguay, no somos los únicos Fa en el mundo.
2. Que tan sólo en España hay 119 Fa contándonos a nosotros 4!!! (dato emocionante)
3. Que casi todos los demás datos menos importantes coinciden siempre con los datos del padrón que dice que hay 119 Fa en España, se centran en Baleares, Cataluña y la Comunidad Valenciana a grandes rasgos.

Mi primera conclusión es que tengo que hacer muchas excursiones a Sóller, a mirar en el registro civil y parroquial, y preguntar a la gente del pueblo. Y la segunda es que hay 4 Fa en Mallorca a los que no conozco, y tengo que averiguar quiénes son a toda costa, para poder hablar con ellos y descubrir qué saben de mi familia!

Mi padre, por temas de trabajo, tenía que visitar Sóller hoy, fugazmente. Cruzo los dedos para que haya podido hacer una escapadita al ayuntamiento... Ésta noche tendré noticias.
Os seguiré informando.



P.D. Ésta investigación me abre el apetito de vivir!

Victoria #1

Acabo de darme cuenta que he conseguido una victoria, pequeña pero segura!
Ahora voy a por el resto...
Deseadme suerte!

Mi búsqueda

He decidido embarcarme en una búsqueda. Una búsqueda de mis raíces.
Es como la búsqueda del laberinto... Te lleva hasta el interior de ti mismo...
Puede ser que toda búsqueda en realidad tenga esa finalidad: llegar al núcleo de uno mismo.

Es increíble lo mucho que agiliza las cosas el uso de internet, y lo poco que se aprovecha dicha herramienta. Parece mentira que haya tanto desarrollo, sólo por el desarrollo... Buscas, y nunca encuentras el 100% de lo que buscabas... Tienes que seguir buscando. Y coger información de aquí y de allá. La vas juntando, a ver a qué se parece. Sacas tus conclusiones. Formas el puzzle a partir de las piezas que se te van presentando a lo largo de la laboriosa búsqueda. Algunas encajan, otras están mal colocadas. Poco a poco aquello comienza a tomar forma.

Mi puzzle todavía no tiene forma. No tiene ni siquiera el marco, ni los bordes. Tengo muy pocas piezas. Pero tengo la esperanza de que poco a poco lo iré completando. Me hará falta paciencia, de esa que a mí normalmente no me sobra. Pero no pasa nada. El motivo me motiva. Encontraré lo que busco? O me acabaré encontrando a mí misma? Quizá es eso lo que realmente pretenda, y lo escondo detrás de pretextos bonitos.








P.D. Para quien se quede con la duda. Mi búsqueda es sobre mi apellido paterno: Fa. Tal cual, como la nota musical, o como el desodorante, pensarán la mayoría. Lo poco que sé puedo escribirlo en breves líneas. Mi tatarabuelo se llamaba Joan Fa, emigró desde Mallorca hasta Uruguay. Descubrimos que Fa, en realidad, viene de Far (faro en catalán), y dedujimos que como no se pronuncia la R final, la habría perdido "por el camino". Da la casualidad de que Far es un común apellido catalán, que también se da en la Comunidad Valenciana y en Baleares. También, que parte de la familia catalana fue a parar a Mallorca, dividiéndose entre los pueblos de Sóller y Alaró. Casualmente la familia que durante generaciones ha llevado la funeraria de Sóller se apellidan Far. Todavía nos queda mucho por investigar, pero es probable que haya un vínculo entre mi familia y la recelosa familia Far de Sóller, aunque sea remoto... Ya os iré informando en próximas ediciones.

Victorias y derrotas

Es fascinante como, a veces sin quererlo, consigues cosas que te hacen una ilusión tremenda; y sin embargo, aquellas que te empeñas en conseguir, muchas veces acabas por no conseguirlas. Es como si aquello que no esperabas de repente apareciera como un premio, y aquello que si que buscas pero no tienes te parece una pérdida.
Porqué me asalta ésta sensación de fracaso cuando todavía ni lo he intentado? No sé si, en el fondo, siento que no me lo merezco, o quizá que no me lo ha ganado lo suficiente, y se me impone una meta más alta para que la siguiente vez me esfuerce más.
De éso se trata? De subir escalones, para darte cuenta cuando estás arriba, que sólo has subido para seguir subiendo? Es de ésto de lo que va todo?
Me sorprendo a mí misma pensando que toda aquella ambición que tengo, me lleva a alguna parte concreta... Y pienso que quizá cuando llegue a ése punto, probablemente tenga nuevas ambiciones que me hagan llegar a otro punto nuevo. No paramos nunca. Somos como nuestros corazones, incesantes. Pero ellos no llegan a ninguna parte si no los llevamos nosotros.





















De qué sirven las escaleras sino para llevarnos a un punto más alto?

Días de tierra mojada

Llueve a mares en Palma de Mallorca. Otra vez. Hace dos semanas el temporal, y ahora ésto de nuevo. Dos tornados han pasado por el centro de Palma.

Es curioso como cuando pasan éstas cosas, que no son más que fenómenos de la naturaleza - tal vez incluso en parte provocados por nuestra mano - , siempre solemos pensar en qué les estará pasando a aquellas personas que nos importan. Nos las imaginamos solas, desvalidas... Y no nos damos cuenta de que muy probablemente la realidad sea muy parecida a la nuestra: en el trabajo, en casa, en la universidad o colegio, quizá a oscuras porque se ha ido la luz, en parte asustados y en parte preocupados. Puede que incluso preocupados por nosotros, y nosotros viceversa. Y sabemos que nosotros estamos bien, pero no solemos pensar en que los demás puede ser que también lo estén.
Y te llamas:
-Has visto la que está cayendo?
- Buf, no veas, tremendo. Dónde estás?
- En la oficina, y tú?
- En casa. Pero estás bien?
- Sí, claro, y tú qué tal?
- Sí, se ha ido la luz, pero estamos bien. Ha vuelto hace un rato.
- Bueno, pero ten cuidado.
- Sí, claro, iré con cuidado, tú también.
Qué te va a pasar? Que te vas a resbalar con toda el agua que ha caído? Es posible, pero poco probable si vas con cuidado. Igual que electrocutarse, o que vayas por la calle y te caiga un rayo...

Etcétera.

Me gusta ser práctica.

David siempre me dice que cualquier cosa que se sale de lo normal lo achaco al cambio climático, que además es todo mentira. Pero y si no? Y si por una vez tengo razón? Es verdad que poco a poco nos estamos matando a nosotros mismos?

Vértigo

... o de cómo se puede sentir vértigo y anticipación tanto mirando hacia arriba como hacia abajo.


Hoy es lunes, comienzo de semana, pero se siente como comienzo de mucho más. De propuestas, de nuevas metas, de ganas de conseguirlo todo, de nuevas vidas y de nuevas semanas... De cuidarme a mí.

Hoy he decidido que quiero quererme y cuidarme, y así poder hacer lo propio con mis seres queridos... Puesto que es mejor siempre empezar por uno mismo. Me propongo ser mejor, ayudarme a conseguir todo aquello que quiero alcanzar, y aprender a hacerlo, y hacerlo bien, y así ser feliz, y ayudar a los que me rodean a ser felices, y aunque parezca mentira y que no es posible conseguirlo, hacer de éste un mundo mejor. Reciclar y reciclarme, cuidando así la tierra, el medio ambiente, y a todos los que viven conmigo en éste planeta llamado Tierra. Sonreír más, y callar un poco menos. Levantar la cabeza mientras escribo en el ordenador, porque tenerla agachada me da dolor de espalda. levantar la cabeza también cuando voy por la calle, porque me lo merezco, y porque yo lo valgo. Amarme, gustarme, acariciarme, vestirme y arreglarme sólo para mí, estudiarme y aprenderme, y saberme mejor.

Y todo ésto, y ése saborcito dulce que puedo sentir ya en los labios, por saber que soy capaz de conseguir todo ésto, es lo que me hace sentir vértigo.

Vértigo y anticipación.

Ciudades con encanto

Regreso a mi rutina de muchas maneras distintas, contrarias y complementarias. Contenta, porque he vuelto con más de lo que me fui. Un tanto apenada, porque dejo atrás una hermosa ciudad de cautivadora historia artística. Aliviada, y dando gracias por alejarme de un lugar donde he sido tratada como una molesta mosca que revolotea alrededor de los oídos de alguien por los lugareños. Y sintiéndome un poquito más mayor.

Florencia y Pisa. Pisa y Florencia. Me quedaría con Pisa si tuviera que elegir una de las dos, pero ésto sólo pasaría si alguien me apuntara con un arma y mi vida corriera peligro de no decidirme. Lo que he visto de Italia (y de los italianos), me hace apreciar aún más lo que tengo aquí, en mi pequeña isla a la que puedo llamar hogar.
En la diversidad está el gusto, dicen. He visto ciudades con muchísimo encanto, y con una historia escondida en cada piedra de cada muro de cada edificio de cada calle; pero no he encontrado aquello que te hace llamar a un lugar hogar.
Ciclistas, motoristas y conductores varios parecen luchar por sobrevivir o por llegar a una meta donde me pregunto qué recibirán por haberlo hecho más rápido. En cada bar, restaurante, tienda, museo... parecen reírse de uno mientras te cobran el triple de lo que considerarías un precio más que razonable. No es una ciudad hecha para caminar, desde luego no pensada para ése fin, pues de otro modo las calles estarían habilitadas para ello. Pero a la vez, tampoco es aconsejable aventurarse en el tráfico de dementes que pelean por entrar primero en un cruce o por saltarse un semáforo o por pasar por un paso de peatones antes incluso que el peatón... Y si hablamos del transporte público? Mejor no, puesto que lo desconozco. Es como intentar descifrar un jeroglífico de una tumba egipcia. Igual de complicado es entenderse con alguien en una oficina de información, aunque lo intentes en un idioma que conocen, puesto que tienen el mismo interés en atenderte que yo en conocer el resultado del Osasuna-Villareal.
Volvería? Sí, algún día muy lejano en que ya me haya olvidado de lo poco hospitalario y amable que es el italiano de a pie, y añore sentirme emocionada de nuevo al ver la torre de Pisa iluminada en medio de la noche, con la maleta todavía en la mano; o el vértigo de subir hasta la cúpula del Duomo de Florencia; o el cosquilleo de reconocer un cuadro en la Galería degli Uffizzi; o esa sensación de pequeñez al compararme con el David de Miguel Ángel...

Aún así, me sentí parte de algo especial ayer por la tarde, cuando descansaba del viaje viendo Hannibal, y reconocía algunas zonas de la ciudad por donde yo paseaba hace sólo un par de días.

Cuatro meses

Exactamente 126 días decidimos irnos de viaje a Florencia. Emocionada por la expectativa de un viaje así, empecé a planear, a imaginar, a divagar mentalmente por las calles, a soñar con todas aquellas emociones que despertará en mí ésta ciudad.
Sé que marcará un antes y un después en mi vida. Sé que será uno de los viajes más románticos de mi vida. Sé que no podrá compararse a ningún otro, porque éste viaje es diferente en muchísimos sentidos. Sé que lloraré de emoción, y también al despedirme de la ciudad.
Sé que habrán cosas que se me escaparán, y que la cámara de fotos no tendrá ni un respiro, aunque no pueda llegar a fotografiar todo lo que quisiera.

Intentaré exprimir mi tiempo hasta límites insalubres, y cuando vuelva, cansada y feliz, podré decir que ha merecido la pena. No lo dudo ni por un instante.

Lost in translation

Perdida me encuentro en mi propio laberinto de emociones y sensaciones, tantas a la vez que no puedo pararme a diferenciarlas. En mi cabeza, un ovillo de lana que no consigo desenmadejar, y que cuanto más lo intento más se enreda. Complejidades e ironías de la vida.

A veces es necesario reírse de uno mismo, aunque no haya una razón aparente. Es mejor reír sin motivo, que llorar sin motivo. Es ése momento en el que sientes que si dejas escapar lo que hay dentro de tí, te echarás a llorar, y por lo tanto tratas de protegerte con la risa. Es una buena terapia.
Y cuando veo que al haber recorrido el laberinto entero, vuelvo a encontrarme con un final sin salida, me río. Y, qué le voy a hacer, tendré que dar la vuelta y volver a recorrerlo, es evidente que me habré pasado la salida sin reconocerla... Será ésta?

Irónica utopía de la vida


Hoy voy a empujar la vida como si fuera mi única meta. Voy a empujarla para que vaya a mi ritmo. Pienso decidir mi futuro, mi destino, yo misma, provocar que pase aquello que yo quiero. Es una utopía, pero es mía. Y a quién le importa si se cumple o no? A pocos. Pero eso no importa.
Con frecuencia dejo que la vida decida por mí el camino. Pero hoy no será así, hoy soy yo quien dicta las reglas para jugar al juego de la vida. Esta vida loca que parece que cuanto más tratas de retenerla, más rápido se te escapa.
Pero hoy no será así. Hoy pienso agarrarme a mi vida como a un clavo ardiendo, y no dejar que se escape ni un sólo granito, porque hoy es un día de oportunidades.

En realidad, hoy sólo es un día más, como otro cualquiera, el que viene justo después de ayer. No tiene nada de diferente de los demás, excepto que yo lo quiero. Yo quiero que sea diferente, y sólo por eso, ya lo es. Y así debería ser siempre. Cada día debería ser aquél en que todos debiéramos elegir nuestros pasos y adonde nos encaminarán, y nos equivocamos si dejamos escapar la oportunidad de elegir.

Empuja la vida para que tome el camino que tú quieres, empújala como si te fuera la vida en ello...

De sol y de sombra

De sol y de sombra sobre un banco de piedra que se convirtió en algo más...

Hoy voy a sonreír al pensar en aquellos que me quieren, me apoyan y me ayudan en esos momentos en que crees que ya nada vale la pena: mis amigos.

Por ellos es por lo que, cuando estoy hundida en mi propio mar de lágrimas, me levanto y me seco las mejillas con gesto decidido y valiente, y me digo a mí misma: para adelante. Levántate y camina. Porque vale la pena sólo porque estáis ahí. Y serán pocos, pero cuanto menor es la cantidad, mayor suele ser la calidad.
Y con la edad te vas volviendo exigente, y aquellos a los que de verdad importas, están o llegan a aprender a estar a la altura, porque váis creciendo juntos.
Y aún en la inmensidad de la soledad, piensas en ellos y te sientes en compañía, y no importa que no estén físicamente contigo, porque sientes su abrazo igual.
Y en los días grises, acabas por ver un rayito que consigue colarse por entre las nubes, piensas en ellos y una sonrisa aparece sin quererlo.

Cambias con ellos, aprendes con ellos, te enfadas, gritas, lloras, ríes, compartes secretos en silencio o a voces, sonrisas a medias arrancadas entre una cascada de lágrimas, cosas que acaban por resultar indescriptibles. Llegan a ser un conjunto de emociones que te dan el motivo para mantener a ésas personas dentro de tu vida, y de no querer que se vayan nunca.

Y aunque a veces haya alguno que no te acompañe todo el camino, habrá servido de algo que durante un instante estuviera a tu lado, porque habrás aprendido, a base de bien o de mal, y habrás crecido, como un árbol, que necesita luz y agua para vivir, pero hay momentos en los que llueve y truena, hay momentos de silenciosa sombra...

Y cuando el fin llegue, todos pensaremos en aquello por lo que valió la pena estar aquí. Así que hay que aprovechar mientras se pueda, que como dice un viejo refrán la vida son 3 días.

Yogur

Hoy me he vuelto a quedar dormida. El despertador no ha sonado, y yo he seguido durmiendo en lugar de despertarme acostumbrada al horario. Pero es que a las malas cosas nunca te acabas de acostumbrar... No es cierto?
Es a lo bueno a lo que uno se mal acostumbra... Coges vicios de los que luego te es imposible deshacerte. El fumador siempre encuentra la excusa para no dejarlo, igual que aquellos que tienen molestas manías de interrumpir al que habla, o de quitarte la mano de la boca cuando te muerdes una uña. "No te muerdas las uñas que es malo" y tú dices "me muerdo las pieles, no las uñas". Y la otra persona se queda tan tranquila con que te ha dado un buen consejo, mientras que satura su propio cuerpo de colesterol, o se carga su capacidad pulmonar, o sus neuronas, o sale a la calle con el pelo mojado...
No es curioso como todos tenemos nuestro bagaje? Así es la gran mayoría, aquello que comunmente llamamos "normal". Y la minoría, sin embargo, son considerados no normales... Conozco a alguien que cada vez que escucha decir NORMAL, él contesta "Define normal". Me encanta.
La conclusión es que normal, para la mayoría, significa eso, la mayoría. Así que podemos decir que fumar es normal, que comer mal es normal, que tener estrés es normal, y una larga lista que dejaré en un etcétera. Lo que no es "normal" es cuidarse, ser una persona equilibrada, en paz y armonía consigo mismo y con aquello que le rodea. Pues a mí me parece ridículo. Encuentro que raro y minoritario no son sinónimos.
Y sino preguntaos a vosotros mismos: ser friki es ser raro? La comunidad friki es minoritaria?
Ahí está la respuesta.

Sinceramente, yo no creo que haya gente rara, sinó diferente... No me gusta esta actitud de rechazo hacia lo diferente, cuando es precisamente eso lo que nos hace humanos. Personas. Gente entre la multitud heterogenea. Todos somos un poco como Hiro.

Fe de erratas

Está bien, admito que el "de" no es mío... Es de alguien a quien admiro. De una rosa. Pero no es un plagio, sinó un homenaje.

No pretendo plagiar, pretendo ser original. A veces encuentras buenas ideas en las ideas de los demás, y hay que experimentar.
Durante un tiempo quise escribir cosas que no eran propias de mí. Ahora ya no. Ahora me dedico a mis devaneos... Aquellos que cuando otra persona los lee no entiende. Pero no me preocupa. Son pensamientos puestos por escrito. En realidad no tienen mayor importancia.
Lo único que me importa es que hay un pedacito de mí que no se extinguirá. Y me consuela el saber que al menos una pequeñita persona (físicamente, que no de espíritu) en la inmensidad del universo se toma el tiempo y la molestia de prestarle atención a lo que escribo.

He conocido a mucha gente por el camino a la que le gusta escribir. Hay gente que sabe, y gente que no. Yo no sé si sé, pero lo intento. Pienso que me gustaría saber, con lo cual creo que admito saber que no sé. "Sólo sé que no sé nada", verdad?

Quizá algún día escriba algo importante, quizá no. De hecho, un día por curiosidad (y aburrimiento), googleé mi nombre completo y apareció algo que no me esperaba. Es una sorpresa de ésas agradables que da la vida, y que te arranca una sonrisa porque sí. En la web del instituto donde estudié, aparecían mi nombre y apellidos en la lista de ganadores del concurso literario que se organiza cada año con motivo de la festividad de Sant Jordi. Aparecían los relatos enteritos, y los leí como si no fuera yo la autora. Y dentro de mí me dijo una vocecita: de verdad he escrito yo ésto? Pues no está mal... Soy poco modesta, pero muy sincera.

Sinceramente, no me veo capaz de escribir algún día un libro. Aunque quién sabe... La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida... Últimamente las canciones sirven para inspirarme, cualquiera puede darse cuenta de ésto. Y mi eterno Principito.

Los humanos erramos

Increíble. Absolutamente increíble. Me río porque es ridículo y penoso al mismo tiempo.
Expongo el caso. Yo trabajo en una oficina en Parc Bit. El edificio digamos que tiene una planta cuadrada, con un hueco en medio. Éste hueco es un patio fantástico sin techo ni nada, y cuando llueve tienes que llevarte el paraguas para no mojarte de camino al baño, ya que la oficina está a un lado del patio, y los lavabos, al otro.
En el susodicho patio hay árboles, porque hace muy bonito. Hace un tiempo que los árboles tienen bichitos que los están matando. Así que la empresa que se encarga del mantenimiento llama a una empresa de fumigación.
Hace dos días nos encontramos cartelitos avisando de que iban a fumigar fuera del horario de oficina, y que nadie podía quedarse porque el producto era muy fuerte y no debe ser respirado. No pudo ser a causa de la lluvia.
Se pospone hasta hoy. Encontramos nuevos cartelitos, avisando de nuevo de que se llevará a cabo fuera del horario de oficina.
A las 9'09 de la mañana, delante de la puerta hay un tío, con máscara y unas botellas colgadas de la espalda, rociando con una manguera las plantas.
A las 10'30, se nos avisa de que ya se ha fumigado, y de que no podemos salir del edificio porque es peligroso respirar el aire. Nos encontramos en cuarentena durante media hora.
A las 10'50 se nos comunica que quien sea que ha venido a fumigar, no saben de dónde ha salido, y que no correspondía que viniera, ya que la empresa que viene a las 4 a fumigar, todavía tiene orden de venir.
A las 11'46 hay otro tipo diferente del primero, que con una manguera y sin guantes, está regando los árboles para eliminar el producto que han echado, para poder permitirnos de nuevo salir al patio...
Y ésta tarde a las 16'00 vendrá alguien a fumigar de nuevo.

Quién me dice ahora que los humanos son seres inteligentes?

De los días que me río.

Once upon a time


Érase una vez, yo. Mi vida tal y como es, es un cuento que tiene todos los ingredientes que necesita un best-seller. Tiene momentos buenos y malos, que hacen reír y llorar, momentos serios, momentos importantes, decisivos, como éste.
Hay una canción que dice "Y yo, si tú no estás, ya no sé estar...", define muy bien mi momento. Porque no es uno más. Es el momento, THE MOMENT.
Tantas cosas por decidir, y tantas cosas en la cabeza, que se lían en un ovillo interminable... Por más que estiro de la cuerda, el ovillo no mengua. Qué hacer, qué no hacer, qué olvidar... Es tanto, que tengo que dejar de pensar en ello para poder pensarlo.

Últimamente me pasa mucho. Últimamente me cuesta dormir. Últimamente tengo sueños extraños que no sé qué significan. Últimamente utilizo mucho la palabra últimamente.

La verdad, prefiero no pensar en todo lo que podría hacer. Prefiero pensar en aquello que sé con certeza que va a pasar. Planes de un futuro que está cerca. Incluyen muchos viajes. Éste va a ser un año de viajes. Éste, y el que viene probablemente también. Viajes... Me gusta viajar.
Ibiza, Florencia, Valencia, Suecia... Por el momento no son pocos mis destinos varios, y tengo la sensación de que se multiplicarán. Me encantaría que así fuera. Pero prefiero que me pille por sorpresa. Las sorpresas buenas son agradables. Son las que me gusta que me sorprendan.

De mis devaneos mentales.

No mires atrás

No quiero mirar atrás más. Quiero mirar adelante, ser optimista y pensar que me quedan cosas buenas por llegar. Viajes, gente que conocer, olores por descubrir que me gusten o no, paisajes inimaginables en éste momento y lugar, casas por ocupar, cosas por hacer o no, tanto por vivir que no quiero pensar en ello. Prefiero que sea una sorpresa. De éso se trata. De mirar hacia adelante y sorprenderme con lo que haya allí.

Sit Still, and close your eyes
What’s behind the other door
No more silence, don’t kill this thing we got called love
Just searching for the perfect drug

When Love comes calling
Don’t look back
When love comes calling
Don’t look away

And I’m standing over here
Watching you over there
Smiling, happy, unaware
Oh, life is spinning round
You’re going underground, forgetting who we were
Let’s try and keep it just one more day

You take your love
And throw it all around
Like it’s nothing special
Just a sound
Let me say one more thing
I don’t think you realize
That a day is like a year sometime
Don't look back, Telepopmusik

Gracias

La vida, es complicada? La respuesta seguro que sí. Hay quien cree que todo es muy simple, y hay quien cree todo lo contrario. Como yo no creo en los extremos, pues diré que debe de haber un equilibrio entre los dos. Al menos yo lo busco. Mi camino se mueve hacia un equilibrio entre todo, y al buscarlo me siento como si estuviera permanentemente pendiendo de un hilo... Pendiendo de un hilo que parte dos lados, los dos extremos. Puedo caer en cualquier momento en uno de los dos. Y ésto me asusta. Puesto que los dos me llevan a situaciones insostenibles por mucho tiempo.

A veces contamos con un agente exterior, que ayuda a que todo se vea desde otra perspectiva. A veces, si tenemos mucha suerte, contamos con varios. Yo me considero afortunada. Hoy va por todos aquellos que me acompañan en el camino, que me cogen de la mano cuando lo necesito, que ríen al verme feliz, y lloran mis penas igual que yo. Puede ser que éstos agentes exteriores te acompañen todo el camino, o sólo un trocito, pero lo importante es la relevancia que tienen durante el trayecto. De todos ellos se aprende, tanto lo bueno como lo malo, todo tiene su "moraleja".

Gracias a la vida que me ha dado tanto, me ha dado la risa, y me ha dado el llanto.

Y ésto, no es importante?

Sí que da vueltas la vida, sí. Muchas cosas cambian, lo queramos así o no. Es inevitable. El mundo rueda y las cosas ruedan con él.
Palabras que no esperas oir, encuentros para bien o para mal, alegrías y otras no tanto que te sorprenden de alguna manera, y a veces no tanto. Cuando se ve venir es diferente. Te lo esperas, y has tenido tiempo para prepararte. Que lo hayas hecho o no es otra cosa. Pero al menos has tenido la opción.
Pero y cuando no lo esperas? La verdad es que llega igual. Y si es para mal, es como si recibieras una bofetada en plena mejilla cuando esperabas recibir una caricia... Duele durante un tiempo, supongo que deja de doler cuando te acostumbras al cambio.
No sé qué se supone que debo pensar o sentir. En el fondo creo que no debo dejar de sufrir, porque entonces significará que he dejado de preocuparme, y no quiero convertirme en piedra. Quiero seguir siendo persona. El dolor es lo que nos diferencia. La capacidad de sentir, de emocionarse, de temblar, de que se ponga la piel de gallina, de llorar. O de llorar mucho.
Lágrimas que se secan en mis mejillas, porque yo no quiero o no puedo secármelas. Y las que se me quedan dentro? Esas no secarán jamás. Son mis espinitas. Es una lástima que todas ellas provengan de gente que me importa, o que me importó alguna vez.
Tantas decepciones que se me acaban los dedos de las manos y los pies... Si contara las lágrimas una a una, no tendría tiempo en la vida de hacer nada más. Por eso prefiero dejarlo todo allí, en ése cajón de recuerdos que a días me arrancan una sonrisa, y a días no.

Me viene a la cabeza una parte de mi libro preferido, y que por muchos libros que lea, nunca dejará de serlo. El Principito. "Hace millones de años que las rosas fabrican espinas. Y hace millones de años que los tigres se comen a las rosas. Y ésto, no es importante?"

De los homenajes a nosotras.

Dime para qué...

Me siento muy cansada. Cansada físicamente aunque no haya hecho ejercicio. Cansada de la cabeza, de la mente, del intento, de la vida, de la rutina, de lo diario, de lo de siempre, de lo de nunca.
Creo que he tocado fondo. Conoces ésta sensación? Es la de cuando llegas al punto de decir: no quiero más, estoy cansada de intentar. De intentar y no conseguir. De ponerme metas que no llego a alcanzar. De seguir anhelando llegar a ésa luz que creo ver al otro lado del túnel. A lo mejor simplemente es la luz del final del túnel, pero ahora ya me da igual... Ya no quiero alcanzar nada.
Me he quedado sin sueños, sin deseos de mejorar, de llegar más alto, de subir otro peldaño, no, no puedo, me duele, me canso demasiado...

Me he vuelto a caer, y no tengo ganas de levantarme. No quiero volver a decepcionarme. No tengo ganas de enfrentarme a otro problema más. No. Prefiero quedarme en el suelo hasta que se acabe todo. Ya me avisarán. O me sorprenderá la muerte. O quizá yo misma vaya a buscarla. Quién sabe.
Porqué tiene que ser tan difícil? A mí no me habían avisado. Quiero bajarme del tren y seguir a pie. Ésto va demasiado deprisa para mí, y cada vez que el traqueteo me tumba, me cuesta demasiado recuperarme. Creo que ésta ha sido la última. El último intento. Me niego.
Es demasiado duro, demasiado difícil. Ya no me queda un último aliento por el que luchar. Se han ido las ganas de cualquier cosa.







Sombras en el suelo y en mi interior. Irónico. Cómo puede haber sombras dónde no existe la luz?


Conclusión deprimente. Ya no me importa nada.

Basta ya!


Basta. Basta y basta. BASTA! No puedo más. Me estoy ahogando. Ya no puedo respirar.
Me ahogo bajo todo, bajo nada, bajo el cielo y el mar juntos en un borrón de colores.
No puedo. No quiero seguir aguantando. Porqué? Qué motivo tengo?




Se acabaron ya muchas cosas antes en mi vida. No es ningún desastre. Es el arte de perder. Pero dentro queda el rencor. El renconcome del y si... Cuántos y si habrá en el mundo... Muchos. Incontables. Hasta el infinito y más allá. Es el no saber aceptar que lo que ha sido es y será siempre así. Y que hay que dejar de lado los y si. Es un autocastigo cruel e inútil. Tan sólo sirve para realimentar nuestro propio rencor.

Ojo por ojo. Diente por diente. Y el mundo se queda ciego y desdentado. Pero se siente uno tan bien. O no. Cuál es el mejor camino? Quién puede decirnos la respuesta a ésto? La creo inexistente. Dudo que en éste u otros mundos la haya. Imposible. No hay una verdad absoluta.

Y sin embargo el dolor de mi pecho sigue ahí. Eso sí es absoluto. Si quiero conocer algo absoluto no tengo más que mirar ahí, en ése agujerito que cada vez es más grande. Por ahí se me cuela el frío.

Enredos dentro de mi cabeza, que salen no sé por dónde, y se enredan con todo mi ser. Me enredan. Me atan. Y yo no puedo más. No puedo luchar, y a la vez no puedo darme por vencida. No puedo rendirme así como así, y no tengo fuerzas para resistir ni un segundo más.

A lo mejor no quiero. Y a lo mejor sí. Quién lo sabe? Yo no.

Mi punto de vista

A veces te das cuenta de que no es el fin del mundo. De que aquello que pronosticabas como catástrofe no es para tanto, de que hay que desdramatizar y ver con los ojos lo que hay delante de ellos.

El arte de perder no es difícil de aprender.Tantas cosas parecen empeñadas en perderse, que su pérdida no es un desastre. Pierde algo cada día. Acepta el tumulto de llaves de puertas perdidas, las horas malgastadas. El arte de perder no es difícil de aprender. Practica entonces perder más aún, y más rápido:lugares, nombres, y el sitio al que se suponía que viajarías. Nada de esto será un desastre. Perdí el reloj de mi madre, y -¡mira!- la última, o penúltima de tres casas que amaba se fue. El arte de perder no es difícil de aprender. Perdí dos ciudades, ambas adorables. Y, más ampliamente, algunos sitios de los que era dueña, dos ríos, un continente. Los echo de menos, pero no fue un desastre. Hasta al perderte a ti (la voz bromista, un gesto de amor) no habré mentido. Es evidente que el arte de perder no es demasiado difícil de aprender aunque parezca por momentos un desastre. (Elizabeth Bishop)


Cuánta razón tiene Bishop. Escuché éste precioso poema por primera vez en una película, In her shoes, una historia de dos hermanas. Lo creo muy cierto. Es como si me hubiera quitado las palabras de la boca: no es ningún desastre.

Creo que volveré a ver la película, sólo por el placer de oír el poema de nuevo, aunque sea a trancas y barrancas por el personaje disléxico de Cameron Díaz.

Se pueden perder muchas cosas, y personas, lugares, continentes y ríos, como dice el poema... Pero creo que el arte de perder se encuentra en saberlo aceptar con una sonrisa sin lágrimas.

Yo pierdo algo cada día.


De los momentos de flaqueza

Cuántas veces a lo largo de nuestras vidas tenemos momentos que creíamos que seríamos capaces de aguantar estoicamente? Y cuántas veces te sorprende un sentimiento de derrota al llegar el momento?
Llevo preparándome para ésto dos años y medio... Creo que dentro de mí guardaba una pequeña esperanza de que éste momento no llegaría, y no ha sido así. Se acerca cada vez más, lo siento como una sombra oscura acechándome en la siguiente esquina. Me duele. Pero no puedo hacer nada. Creía estar preparada. No es así. Me equivoqué al pensar que podría prepararme para algo así. Siento que algo dentro de mí se rompe en pedacitos que sólo tú sabes reconstruir. Pero si no estás tendré que esperar a que vuelvas para que me recompongas como si de un puzzle se tratara.
Soy eso, un puzzle al que le falta la última pieza: tú. Eres la pieza que me completa, eres todo lo que necesito.
Haré de tripas corazón y me autoconvenceré de que estoy bien, de que no necesito que te quedes a mi lado, de que soy fuerte para soportarlo. De que no lloraré al verte marchar. Sé que me estoy mintiendo, y aún así siento la necesidad de hacerlo. Es como aquellas cosas que hacemos para restaurar un imaginario equilibrio que no sabemos bien si existe realmente, pero que tenemos la esperanza de que de ésta manera nadie podrá romperlo. Es como intentar aguantar a la pata coja al borde de un precipicio donde ves que te vas a caer si aguantas, y si no aguantas, también. Voy a dejar los es como.
Es lo que es y no puede ser de otra manera. No quiero comparaciones odiosas. No quiero que te vayas, y quiero que te vayas. Te quiero aquí, a mi lado, conmigo y contigo.
Soy una mala persona?

Remember

Me acuerdo de una tarde de verano, en la cocina de la residencia, jugando a mojarnos cuatro personas, todos contra todos. Salimos a la terraza y nos escondimos en el cuarto de la lavadora, esperando a que nuestros atacantes abrieran la puerta para mojarnos de nuevo, a pesar de no tener un centímetro de ropa seca.
Me acuerdo de una escalera de baldosas rojas, con una barandilla de metal pintada de negro, por donde volaba el olor a queso de la salsa que estaba preparando en la cocina.
Me acuerdo de muchos viajes en tren, en metro, en bus, en ferrocarril, a muchos sitios diferentes. Risas incontrolables que se sienten observadas por la gente del vagón. Cabezas apoyadas una en otra, caras de sueño después de una noche de "marcha hermética". Una carrera a caballito con los pies dolorosos. El cine de detrás de la estación. Llamadas perdidas a la salida del trabajo para que empieces a hacer la cena.
Me acuerdo de haber juntado las camas durante muchas noches seguidas, para hacernos compañía mientras dormíamos. Dos colchones en el suelo de nuestra habitación para protegernos. Palomitas de maíz que se mezclan con el polvo de debajo de la cama.
Me acuerdo de mí sentada en el borde de la ventana.
Me acuerdo de la noche de la onda expansiva de color naranja. De nuestros silencios por las mañanas al desayunar. Cuántas veces nos habremos quejado por los trapos sucios de la cocina. Y por la basura acumulada. Cuántas veces hemos tenido que sacar de la lavadora la ropa de otra persona.
Me acuerdo que sin decir nada, nos decíamos todo. Me pregunto si seguirá siendo así. Me pregunto si con un abrazo podemos curar todo el daño que nos hemos hecho.
Me acuerdo de los tapones de oído en la biblioteca. Cervecitas sobre el césped, hablando de gente que no conocemos y a la que ponemos motes.

"Estoy delante de la Sagrada Familia, recuerdas? Te echo de menos. "

Incertidumbre

O la angustia del no saber.

La falta de conocimiento sobre algo es aquello que nos produce un cierto dolor, una agonía, una impaciencia que nos impide pensar en cualquier otra cosa. Se espera algún tipo de señal que parece que no llega, y la espera se hace infinita como el cielo... Y peor aún, el hecho de saber, y aún así no poder hacer nada, esa impotencia, ese sentimiento de frustración que te oprime por dentro.

Y ése arrebato obligado a frenar que se tiene dentro... Aquello que te impulsaría a hacer algo, pero que tienes que reprimir porque total no hay nada que hacer. A veces es peor no saber nada, que saber algo que te hace daño. El hecho de no saber qué está pasando te hace imaginarte cosas mucho peores, y te provoca el daño que sentirías si realmente supieras que está ocurriendo.

Las lágrimas son una expresión del dolor o de la impotencia y frustración? A veces son una cosa, a veces otra. Ahora mismo, las que veo yo son una mezcla de todo.

Va de leyendas...

Es curioso. Leyendo el blog de otra persona he recordado las leyendas que recuerdo de mi infancia. La mayoría las oí en Menorca, en una acampada, a los 12 añitos. Nos las contaban después de cenar. Era todo un acontecimiento. Venía un señor mayor, de pelo y barba gris, nacido allí y con indudable acento menorquín, y se sentaba en una silla de playa al lado del fuego. Los demás nos sentábamos en el suelo, atentos a cualquier cosa que dijera, esperando que la "rondalla" empezara.


Una de las que mejor recuerdo es aquella que cuenta porqué a la Naveta del Tudons le falta una piedra (para aquellos ignorantes, es un monumento megalítico con forma de nave invertida, típica imagen de postal turística). Según se cuenta, dos hermanos (hay quienes dicen que eran gigantes) peleaban por el amor de una joven. El padre de ésta, indeciso, puso a prueba a ambos retándoles a construir una obra monumental. El primero decidió cavar un pozo de tal profundidad que siempre llevara agua. El segundo se propuso construir la naveta, con intención de que fuera un tálamo nupcial (aunque científicamente se ha probado que tuvo un uso funerario). Cuando éste estaba a punto de colocar la última piedra, escuchó a su hermano gritar que había encontrado agua. Los celos y la rabia de haber perdido cegaron al gigante, que empujó a su hermano al fondo del pozo y le tiró la última piedra encima, matándolo y dejando así su obra inacabada. Dicen que la joven se murió de pena, el padre de anciano, y el gigante fué el último de su especie. Ésta podría ser también considerada la leyenda de porqué se extinguieron los gigantes en Menorca.


Ésta que viene no tiene foto, pero es muy bonita, y recuerdo que es la que más me gustó de todas las que me contaron. Cuenta la leyenda que un buen día, un amo de una granja envió al mozo a Ciutadella para afilar un arado. Cuando el niño volvió, el arado era de plata. Muy sorprendido, el amo decidió probar suerte al día siguiente, y volvió a enviar al chico con otro arado, diciéndole que lo quería tan bien afilado como el día anterior. Y así fue, al regresar, el mozo traía un arado de plata pura. Por tercera vez el hombre envió al chico a Ciutadella con un arado diferente, pero ésta vez, muerto de curiosidad, le siguió para descubrir el misterio. Resultó que el niño, en lugar de llevarlo a Ciutadella, se encaminaba hacia el mar, donde se encontraba con la ciudad desaparecida de Parella. Aquél día al ser el tercero, la inocencia del pequeño habría roto el hechizo, y la ciudad habría resurgido del fondo del mar, donde se cree que todavía hoy se encuentra por culpa de la avaricia de su amo. Podemos consolarnos pensando que es cierto que hoy día la ciudad se ve únicamente la mañana de Sant Joan entre la niebla.

Y ésto es todo por hoy. Se acaba un duro día laboral, y me voy a casa a descansar. Espero que a los que hayás leido mis rondalles las hayáis disfrutado tanto como yo. Ha sido como volver a mi infancia momentáneamente.

La llamada esperada



Llevaba dos semanas esperando una llamada. Significaba mucho para mí. Me dije a mí misma que si el viernes pasado no llegaba, ya no llegaría. Perdí la ilusión. De pronto, hoy, a media mañana, suena el teléfono. A pesar de no conocer el número, ya sabía de dónde provenía. Sabía lo que me esperaba al otro lado de la línea antes de contestar. No me equivocaba. Sienta muy bien recibir algo que ya no esperabas... Puede ser que funcione. Cruzaré los dedos, y conmigo, algunos más también lo harán. Poco más puedo hacer. Lo que estaba en mis manos ya lo he hecho. Ahora queda esperar... un resultado positivo. Es probable que mañana lo sepa. Mientras, dejaré volar mi imaginación...

Cielos despejados con posibilidades de felicidad

Llega el ansiado fin de semana... Por fin! Creí que ésta semana nunca se acabaría. Ha sido muy intensa, pero cuando sumo y resto lo bueno y lo malo, el resultado es positivo. Mayormente. La vida nunca puede ser perfecta. Una vez leí: No se puede hacer todo lo que siempre queremos, pero sí se puede intentar evitar hacer lo que no queremos. Bueno. Pues en ello estoy. Aunque a veces es difícil. Muy difícil. Sobretodo cuando son cosas que van contigo desde que tienes memoria, y un día te das cuenta de que no te hacen falta, pero deshacerse de ello es tan difícil que muchas de las veces dan ganas de darse por vencido. Todavía no me ha llegado el momento. Sigo luchando contra viento y marea. Parece que está saliendo el sol en mi horizonte. Y aunque no siempre resplandezca, sé que las contradicciones forman parte del día a día de todos nosotros. Y les haré frente. Al mal tiempo, buena cara. Procuro ser feliz.

Firenze


Ya es oficial! 1 noche en Pisa y 3 en Florencia. Va a ser un viaje relámpago, pero no dudo en ningún momento de que habrá valido la pena. Sucumbiré a su belleza, y cuando tenga que coger el avión de regreso, no podré. Tendré que hacerlo, pero dejaré con ello un pedacito de mí. Lo sé con certeza.

Abril en Barcelona

Para aquellos que todavía no conozcan mi historia, durante un año viví en Barcelona, concretamente en Cerdanyola del Vallès. En Abril de 2005 mi hermano vino a visitarme un fin de semana.









Lo pasamos bien, eh bicho? Estuvimos en Tarraco, la Tarragona romana, que le encantó (para mí era mi tercera vez...).








También paseamos por el centro de Barcelona, y pasamos una tarde en el Tibidabo. Verdad que se nota que lo pasamos genial? Leo, eres el mejor. Te quiero mucho.















912.5


Éstos son los días que hace que estamos juntos. Se dice rápido, verdad? Hay muchas cosas que se dicen tan rápido que no se valoran. Son palabras que ya parecen insignificantes. Gracias. Perdón. Te quiero. Con ésto puedo resumir muchas cosas que querría decirte, pero que no sé cómo. No sé escribir sentimientos. Me gustaría explicarte todo aquello que alguna vez me has hecho sentir y no te lo dije. Tantas cosas han pasado desde entonces, que una ya no puede recordarlo todo.


Recuerdo cosas que pueden parecer tonterías. Sonrisas tímidas desde lejos en la oscuridad. Noches enteras hablando. Una maleta en el aeropuerto de Barcelona. Una rosa y Sant Jordi. Varios San Juan. Una cama vacía. Conversaciones eléctricas y electrónicas. Fotos. Muchos besos. Echarte de menos. Un balcón en el Puerto de Andratx. Una canción de U2. Una cafetería a pie de playa. Muchos paseos. Un cristal en una escalera. Ahí empezó todo, te acuerdas?

















T'estim nin

Florencia, Barcelona y Stendhal

Hace días q en mi cabeza prioriza un pensamiento que casi se está convirtiendo en una obsesión: planeo un viaje a Florencia. Como amante del arte que soy, recorro webs y cuanta guía de viaje caiga en mi poder, ávida de saber tódo lo que quiero ver, e intentando planificar recorridos imposibles en los que seguramente me traicionará el tiempo y mi desconocimiento. Seguramente volveré locamente enamorada y con ganas de más, habiéndome sabido a poco éste gustoso viaje. Tengo impaciencia, nervios, emoción, me imagino a mí misma cruzando el umbral de la Santa Croce y sintiéndome mareada al igual que Stendhal, a quien se debe el conocido síndrome que se sufre cuando algo le abruma a uno demasiado. Pero yo creo que voy a padecer ésta "dolencia" en cada uno de los lugares que visite, pues tan sólo con ver imágenes del Duomo, del David de Miguel Ángel, La Primavera, El Nacimiento de Venus... me estremezco y se me pone la piel de gallina... Y ésto estando a kilómetros de distancia de mi destino...
Recuerdo mi primer encuentro con La Sagrada Familia en Barcelona. Fue a la salida del metro. Me dí la vuelta justo al salir y ahí estaba, imponente, recortándose sobre el cielo oscuro de la noche catalana... Espero que me vuelva a pasar... No puedo esperar... Muero de impaciencia!

Las palabras se van con el viento...

Como decía el encabezamiento del escudo de una ciudad donde durante un tiempo viví, "Facta non verba", que viene a decir hechos y no palabras. Cuánta razón, y cuánto me identifico con el sabio dicho... Yo siempre he pensado que los hechos son los que cuentan, y las palabras se van con el viento. Por eso decido empezar mi cuaderno de bitácora por así decirlo, para que en algún lugar del planeta mis palabras sean guardadas y no se las pueda llevar el viento...