To the sister I never knew I had

October, 2009. I was only a shell of the person I am now. Back at boring home, feeling more alone than I've ever felt before in my life. No job, no projects, no own house; basically just no own life. Just tons of time to kill doing nothing with no one.

Now I know. I had to be there, at that moment in my life, at that moment in your life. To find you. To get to know you. To show you the real me. To find that there's more joy in doing stupid stuff with someone you really care for, and connect with, than I ever knew there was. To find that what I always thought was actually true: there was someone out there, just like me, exactly like me, who understood me just as well as I understood her. Who was me in her, and her in me.

Everything happens for a reason. For me, the reason was getting to know one of the most amazing people I've ever had the luck to meet and have in my life.

Can you feel that? It's me, thinking of you. Even though I'm not close to you, you know I still am.

Homesick

 
Y es que te echo de menos más de lo que nadie sabrá nunca. Tus calles sinuosas por las que no caben más que un par de personas en paralelo. Tus edificios, ruinosos, aunque todavía puede atisbarse su antigua magnificencia. Tu avenidas, que me siguen pareciendo largas, aunque las compare con las de las grandes ciudades, con palmeras a lo largo, palomas en los alféizares, y plazas con fuentes en las rotondas. Y tus piedras centenarias con olor a sal y a historia. Y los charcos que se crean en las calles mal asfaltadas con piedras de cantos rodados, puestos ahí hace más tiempo del que ya nadie puede recordar. La playa. "La" playa (que no es lo mismo). El batiburrillo de mástiles del puerto sobre el horizonte de Palma. Las frondosas copas de los pinos que se amontonan en cualquier playa a la que vayas. Algunos acantilados. La silueta de Menorca, que puede verse desde Alcúdia en días muy claros...

La comida y los abrazos de mi mamá. Los ladridos de mis perras. El sofá de mi papi, viendo la tele cogidos de la mano. El dolor de costillas de tanto reírme con mi hermano.

Mis rincones favoritos. Mis puestas de sol favoritas. Mi mar favorito. Mi cielo favorito. Mi puerto favorito. Mi gente favorita (Vicky, Nika, Gabi, Cris, y son sólo algunos de los nombres que me vienen a la mente). Mi piso favorito.

Mi lugar más favorito en el mundo entero. Y sí, lo digo con conocimiento de causa, aún a sabiendas de que todavía no conozco el mundo entero.

Puedo tener muchas casas, pero ninguna será más hogar que Mallorca.













P.D. Las terrazas, al sol, con vistas al mar, con cervecita, olivas, y patatillas... no saben igual en ninguna otra parte del mundo (mundial).
Y es que no hay nada mejor que pasar una tarde haciendo nada contigo, y tener la sensación y la certeza de que es lo que más me llena en el mundo entero...