Una dedicatoria en un minuto

Que me importas es algo obvio.

Que te quiero es algo que poca gente sabe, y poco me importa que lo sepan o no. Lo que me importa es que lo sepas tú.
Que sepas que este día en particular es tan especial para ti como para mí. Que celebro con enorme ilusión que hace ya unoscuantosañosquenovamosaenumerar tu madre diera a luz a esta personita tan fantástica que eres hoy. Más fantástica cuantos más años pasan. Que sigan, y que yo los vea. Con suerte, que muchos los podamos celebrar juntas.

Alegría, ilusión, muchas sonrisas de gente que te quiere y a la que tú quieres, tartas, regalos, carcajadas de esas que dejan agujetas en la cara y el abdomen, miradas al horizonte y a ese futuro brillante que te espera, atardeceres hermosos y nada tristes. Todo eso y más te deseo hoy.

Felicidad, salud, que nunca te falte esa sonrisa tan contagiosa (con un sólo hoyuelo picarón) ni motivos para hacerla aparecer, buena compañía, buena suerte y buena estrella, éxitos y muchas rosas en tu camino... Todo eso y más te deseo hoy, mañana, y siempre.

Tú perteneces a mi familia. A esa que elegimos.

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Antes de irte, me gustaría que dejases algo más que las huellas de tus zapatos sobre el polvo...