Quien tiene un amigo, tiene un tesoro

Especialmente, si no vives en el país donde naciste, creciste, y echaste raíces todos esos años que ahora han quedado atrás - o ya no atrás, sinó en otra época-.

Es triste, pero las madres suelen tener razón. Y la mía me dijo, cuando empecé a viajar, que aquellos amigos con los que una vez tuviste todo en común, cuando vuelves de caminar por el mundo, descubres que lo común se ha perdido por el camino. Y parece ser que queda bien poco de esos rescoldos.

Es curioso como todo ese bagage que uno va aumentando con los viajes, con las visitas a otras culturas, conociendo otra gente, aprendiendo y creciendo... llega un día que se interpone entre la persona que eres hoy, y la persona que fuiste en algún momento, impidiendo que mantengas ciertas características de aquél entonces. Y que aquello que en su momento te aportaba todo lo necesario para ser feliz cada día, hoy no te aporte ni siquiera lo suficiente para ser feliz unas horas.

Nostalgia de una vida ya obsoleta. Sin embargo, no cambiaría nada de lo que he sido por lo que soy hoy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Antes de irte, me gustaría que dejases algo más que las huellas de tus zapatos sobre el polvo...