Basta ya!


Basta. Basta y basta. BASTA! No puedo más. Me estoy ahogando. Ya no puedo respirar.
Me ahogo bajo todo, bajo nada, bajo el cielo y el mar juntos en un borrón de colores.
No puedo. No quiero seguir aguantando. Porqué? Qué motivo tengo?




Se acabaron ya muchas cosas antes en mi vida. No es ningún desastre. Es el arte de perder. Pero dentro queda el rencor. El renconcome del y si... Cuántos y si habrá en el mundo... Muchos. Incontables. Hasta el infinito y más allá. Es el no saber aceptar que lo que ha sido es y será siempre así. Y que hay que dejar de lado los y si. Es un autocastigo cruel e inútil. Tan sólo sirve para realimentar nuestro propio rencor.

Ojo por ojo. Diente por diente. Y el mundo se queda ciego y desdentado. Pero se siente uno tan bien. O no. Cuál es el mejor camino? Quién puede decirnos la respuesta a ésto? La creo inexistente. Dudo que en éste u otros mundos la haya. Imposible. No hay una verdad absoluta.

Y sin embargo el dolor de mi pecho sigue ahí. Eso sí es absoluto. Si quiero conocer algo absoluto no tengo más que mirar ahí, en ése agujerito que cada vez es más grande. Por ahí se me cuela el frío.

Enredos dentro de mi cabeza, que salen no sé por dónde, y se enredan con todo mi ser. Me enredan. Me atan. Y yo no puedo más. No puedo luchar, y a la vez no puedo darme por vencida. No puedo rendirme así como así, y no tengo fuerzas para resistir ni un segundo más.

A lo mejor no quiero. Y a lo mejor sí. Quién lo sabe? Yo no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Antes de irte, me gustaría que dejases algo más que las huellas de tus zapatos sobre el polvo...