Una vez tuve un sueño...

Y se cumplió.

Desde pequeña siempre me fascinó la arquitectura, y casi sin saberlo acabé estudiando Historia del Arte, ya que soy de letras y no de ciencias. Si las matemáticas y la física y química se me hubieran dado bien, es probable que ahora fuera arquitecta. Y aunque la gente me diga que nunca es tarde para empezar, al final descubrí mi pasión: el diseño de interiores. Durante mis tres años poco fructíferos en la universidad soñaba despierta con estudiar para ser interiorista, pero no me permití a mí misma cumplir mi sueño, ya que pensaba que era otro muy distinto. Hoy mi sueño se ha cumplido, mi sueño real. Por fin soy titulada, aunque el momento del mercado no sea el mejor debido a la crisis, pero no me importa, porque mi título seguirá estando ahí ahora y cuando acabe la crisis.




Ahora mis ensoñaciones son distintas. Sueño con muebles de diseño, con un trabajo que me apasione y en el que pueda volcar toda mi creatividad, en diseños de revista creados por mí...

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